Los científicos han demostrado el peligro extremo de comer papas fritas para niños de 3 a 4 años. Según los expertos, es a esta edad que los bebés desarrollan rápidamente el cerebro y las sustancias nocivas que forman las rodajas de papa cocidas en exceso pueden tener un impacto negativo en el desarrollo de las funciones cognitivas.
El glutamato monosódico como componente de los chips es adictivo. Además, la mayoría de las golosinas favoritas de los niños contienen una gran cantidad de carcinógenos y grasas que pueden causar diabetes y obesidad. Estas enfermedades también pueden afectar el desarrollo de las habilidades mentales de los niños.
Los estudios han demostrado que el consumo regular de tales papas reduce significativamente la percepción y la velocidad de procesamiento de la información recibida.
