Los científicos estadounidenses han descubierto un hecho curioso: resulta que tocar instrumentos musicales en un 36% ayuda a reducir el riesgo de desarrollar demencia senil. Los participantes en el experimento fueron 157 pares de gemelos idénticos. Resultó que aquellos que tocaron música durante su vida enfrentaron con menos frecuencia cambios cerebrales seniles que sus gemelos idénticos no musicales.
Al analizar los datos, también se tuvieron en cuenta factores adicionales, como el estado de salud de los sujetos, sus hábitos nocivos y el nivel de educación. La probabilidad de desarrollar demencia también estuvo influenciada por la presencia de similitud genética y el entorno en el que se encontraban los voluntarios. Los científicos recomiendan que todos hagan música en un grado u otro, lo que trae no solo placer, sino que, como resultó, contribuye a la preservación de la inteligencia.
