Científicos británicos decidieron averiguar cuánto cuesta comprar productos alimenticios para las personas que se adhieren a un estilo de vida saludable. Resultó que la comida sana es aproximadamente tres veces más costosa que no saludable.
Los especialistas compararon los precios de los productos saludables y no saludables en los últimos diez años. Resultó que desde 2002, el costo de los alimentos saludables ha aumentado 1.5 veces, y los alimentos no saludables, solo 0.5 veces.
Según los expertos, las autoridades del país deberían equilibrar la situación con el costo de una dieta saludable, de lo contrario no sería rentable para las personas que siguen un estilo de vida saludable. Se descubrió que el alto costo de los productos saludables se explica por la política agrícola del país.
Por supuesto, involucrar a las personas en una dieta saludable es bastante costoso, pero el costo de tratar a las personas que pueden enfrentar enfermedades causadas por dietas poco saludables será aún más costoso. Es por eso que, según los expertos, es más rentable para el estado alimentar a sus ciudadanos con alimentos saludables.
