Los adolescentes obesos tienen un 50% menos de testosterona total que los niños de peso normal de la misma edad, lo que aumenta significativamente el riesgo de impotencia en la edad adulta. Tales predicciones sombrías fueron hechas por científicos de la Universidad de Buffalo con base en los resultados de su pequeño estudio pediátrico.
"Nos sorprendió encontrar una disminución del 50 por ciento en los niveles de hormonas masculinas en personas jóvenes no diabéticas", dice el profesor de medicina Paresh Dandona. "Las consecuencias de este estado de cosas son, francamente, aterradoras, porque estos tipos son personas potencialmente impotentes y, por lo tanto, sufrirán infertilidad en el futuro".
Los científicos examinaron a 25 hombres jóvenes obesos de 14 a 20 años y 25 hombres jóvenes delgados, distribuyéndolos por edad y nivel de pubertad. Los niveles sanguíneos de testosterona (total y libre) y estradiol, una hormona femenina, se midieron por la mañana con el estómago vacío.
Además de los trastornos reproductivos, un bajo nivel de testosterona o su ausencia también puede aumentar la tendencia a formar grasa abdominal y conducir a una disminución de la masa muscular, lo que conduce a la resistencia a la insulina y al desarrollo de diabetes mellitus.
Estos resultados muestran cuán enormes son los efectos de la obesidad incluso en los adolescentes, y que la dieta y el estilo de vida en la infancia tienen un gran impacto en toda la vida posterior.
Ahora los científicos tienen la intención de realizar un nuevo estudio y descubrir si los niveles de testosterona se restablecerán en adolescentes varones con pérdida de peso debido a cambios en el estilo de vida o intervención farmacológica.
